martes, 1 de abril de 2014

Sin destino

Las maletas albergaban el desorden de nuestras cabezas, corrimos sin saber a dónde. Perdimos los abrigos en la estación de partida. Siguen aquí medio cerradas y bajo la cama hay demasiados cristales que alguien debería barrer. Dos cafés fríos en la mesilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario